sâmbătă, 5 ianuarie 2013

La peli es mala de solemnidad


La chica del gato (1964) es una película basada en la comedia homónima de Carlos Arniches (el papá del arquitecto del mismo nombre), protagonizada por Gracita Morales. Cuesta horrores encontrarla (legalmente) y yo me hice con ella gracias a uno de esos periódicos de tendencia ultraconservadora que, a falta de otra cosa, regalan películas castizas los fines de semana.

La peli es mala de solemnidad, y encima está cargada de moralina. Gracita es una pobre huerfanita que se ve obligada a delinquir por imperativo familiar. Como ella no está del todo de acuerdo con la forma de obtener ingresos de su familia (pura ficción), decide emanciparse y abandona el hogar familiar llevándose consigo a un gato y a un jilguero. Y como Gracita/Guadalupe es tan buena y tan honesta, Dios la recompensa y conoce a una familia riquísima que le ofrece un futuro prometedor. Eso es todo.

Basta decir que su director (Clemente Pamplona) no volvió a rodar nada tras su ópera prima. El guión era de su hermano.

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