sâmbătă, 5 ianuarie 2013

Hoy toca CineAbsurda edición Navidad


Abrimos hoy una nueva entrega de nuestro queridísimo cineforum dando respuesta a la pregunta planteada al cerrar la anterior edición y que abre la presente, y que como recordarán era:

¿Qué tienen en común Simba y Elizabeth Taylor?


Aunque sus respuestas fueron muchas y muy certeras, tengo que decir que nadie acertó. Y aunque más bien se me fueron por los cerros de Úbeda, la cosa era tan simple como que lo que tienen en común ambos insignes personajes es que Simba es El rey León y Elizabeth Taylor es La gata sobre el tejado de zinc (caliente). Solo eso.

Y como ustedes son más listos que el hambre, ya habrán deducido que la presente edición de Cineabsurda está dedicada a los

FELINOS

Las películas que componen el presente ciclo han sido rigurosamente seleccionadas por nuestro comité de eruditos, organizadas por categorías y agrupadas en las siguientes sesiones dobles:

Sesión 1. Los ojos del gato (Cat’s eye, 1985) y Satanás (The black cat, 1934)

Lógicamente, hay muchísimas películas que contienen la palabra “gato” en su título, por eso los gatos merecen dos sesiones dentro de nuestro ciclo. La primera de ella está dedicada a la infinidad de películas de terror que, curiosamente, contienen el término.

Los ojos del gato es una de esas pelis que tanto se estilaron en la década de los ochenta y que se componían de relatos cortos (véase Creepshow o Cuentos asombrosos). Lo peculiar de esta cinta es que los tres relatos están basados en cuentos de Stephen King, el guión también es suyo y tienen por hilo conductor un gato. Los cuentos son bastante petardos, la verdad, y el tercero de ellos (“El general”), protagonizado por Drew Barrymore, roza el esperpento. Muy recomendable por todo ello.


Satanás en España, y The black cat en el resto del mundo, es un clásico de la Universal de 1934, que reunió por primera vez a Boris Karloff y Bela Lugosi.
A pesar de que la publicidad decía que estaba inspirada en el cuento de Edgar Allan Poe, no tiene nada que ver con el mismo: una pareja se va de viaje de luna de miel a Hungría y, por gilipollas, acaban encerrados en una apartada mansión escriturada a nombre de Bela Lugosi. Lo mejor de la película es la casa del Barón, de portada de revista de decoración y muy_muy_muy moderna para su época.


Hay más gatos negros en la historia del cine: El gato negro de la Master Horror (2003), que adapta más fielmente la historia original de Poe; El gato negro (1981) de Lucio Fulci; o El gato negro (1941) de Albert S. Rogell (esta última es otra divertidísima historia de la Universal que tampoco tiene nada qué ver con el relato de Poe).
Y más gatos en el cine de terror: la magnífica El gato de las nueve colas (1971), de Dario Argento; la imprescindible El gato y el canario (1939, con un inefable remake de 1978); Un gato en el cerebro, de Lucio Fulci (1990); y la cutrísima y divertidísima El gato infernal, otra película de cuentos de 1990.

Sesión 2. Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre (Angus, Thongs and Perfect Snogging, 2008) y La chica del gato (1964)

La segunda de las sesiones de nuestro ciclo estará dedicada a aquellas películas de gatos que no se enmarcan dentro del género del terror, y en las que aparece, como común denominador, un gato y una chica.

Mi gato Angus, el primer morreo y el plasta de mi padre (2008) es una película bastante chusca de la directora de Quiero ser como Beckham que originalmente se titula “Angus, tangas y besos pegajosos”, y está basada en cuatro novelas para adolescentes de la escritora Louise Rennison, que ha publicado una serie de 8 novelas sobre el mismo personaje. Básicamente cuenta la historia de una niña, Georgia Nicolson, que quiere dos cosas: echarse novio y celebrar una gran fiesta por su quince cumpleaños. Una película para no pensar en exceso, pero que no es tan ridícula como pudiera parecer en principio.



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